Escapadas naturales, citas culturales y sugerencias gastronómicas
PARA DISFRUTAR DEL MAR
Muy cerca de Gernika-Lumo, en dirección Elantxobe por la costa, acércate a la playa de Laida (Ibarrangelu). Espectacular en marea baja, deléitate con la belleza de las vistas sobre la bocana de la ría y Mundaka. Los bares, con irresistibles barras de pintxos, ofrecen desayunos tranquilos; aperitivos y comidas animadas; y anocheceres bulliciosos. En el horizonte, la isla de Izaro llama a continuar el camino hacia la playa de Laga (Ibarrangelu), resguardada y brava. Merece la pena descender a la arena, para disfrutarla, meditar o surfear sus convincentes olas. Ibarrangelu, además de sus valores naturales, atesora en su casco urbano una joya patrimonial: la bóveda de madera policromada de la iglesia de San Andrés.
UN BOCADO DE CULTURA
Ea, singular y cautivador pueblito costero, conserva las ruinas de la antigua ferrería de Urtubiaga. Muy cerca del ayuntamiento, en el cruce, un panel indica el recorrido, a pie, de 1,5km, totalmente accesible, y de gran valor natural. En auténtica simbiosis con el entorno se conservan muros, arcos y presas de la ferrería, recreados en un panel interpretativo. De vuelta al casco urbano, acércate al muelle por cualquiera de las orillas de la pequeña ría jalonada por puentes singulares. Al fondo el frontón y una pequeña playa ofrecen un espacio abierto para que también los niños y niñas disfruten de la excursión. En el entorno no faltan las tabernas típicas para saborear la parada
EN PLATO HONDO
La alubia de Gernika llega con el otoño para templar el cuerpo. Cosechada con mimo por nuestros baserritarras, es un pilar del patrimonio gastronómico local. Pocos se resisten a probarlas con todos sus sacramentos. El punto y textura se cocinan con paciencia y a fuego suave. Las sirven deliciosas en muchos de los pueblos de Urdaibai, y por supuesto, en Gernika-Lumo, al estilo más casero, en puchero, en el tradicional restaurante Boliña El Viejo; o en un ambiente más vanguardista y con una cocina evolucionada, en el restaurante Zallo-Barri. ¡Tómate una buena ración revitalizante!
ENERGÍA «ARRANTZALE»
Matxitxako, Gaztelugatxe, el puerto, su personalidad Bermeo es una villa, que une su destino al mar, por tradición, alma y cultura. Disfruta su bullicioso puerto viejo, sus entrecruzadas callejuelas e intramuros de la histórica Torre de Ercilla, declarada Monumento Nacional (1943),donde puedes visitar el Museo del Pescador, para conocer la historia de superación de un pueblo valiente y emprendedor. Las duras condiciones de vida de los arrantzales o las artes de pesca utilizadas históricamente también para la caza de ballena te harán comprender mejor a su gente, acogedora y animada.
FARO DE MATXITXAKO
Un privilegiado mirador sobre el golfo de Bizkaia, perfecto para la observación de cetáceos y aves migratorias. Situado en el cabo del mismo nombre, en el entorno de Gaztelugatxe, es el más prominente de la costa vasca. Junto al faro nuevo, inaugurado en 1909, la antigua torre del faro viejo (1852) descansa y resiste los embates del tiempo. A sus pies se vivieron cruentas batallas, que podrás descubrir en el Museo del Pescador. Idílico para admirar espectaculares atardeceres. Al ponerse el sol, cada 7 segundos, el haz de su luz, resplandece acompasadamente sobre el mar. Accede a pie desde Arene (Bermeo).