Aratusteak de Mundaka, «nuestro carnaval»
Este domingo 23 de febrero es el domingo de Carnaval, el día más esperado por todos los mundakeses y mundakesas. Te contamos en qué consiste esta fiesta llena de alegría y música para que vayas organizando tu escapada a Mundaka…
Un poco de historia.
Original, vistoso y de enorme arraigo en Mundaka, mantiene su aura jocosa y satírica desde tiempos remotos. En 1841 aparece documentado por primera vez. El entusiasmo con que viven los mundakeses y mundakesas el domingo de carnaval (23 de febrero) se contagia a los visitantes, que no tardan en descubrir la esencia popular de los Aratusteak. El atuendo típico de los los hombres marraus, atorra, y de las mujeres lamiak, y la música, con sarcásticas coplas, son su seña de identidad. Un pasacalles de txistularis es el preludio de la fiesta. (43º24´30´´N 2º41´46´´W)
¿Quién es quién?
MARRAUS, HOMBRES DE BLANCO. Vale la pena ser puntual y a acudir a las 12:30h a la plaza del pueblo, para vivir el inicio de los Aratusteak. Por la mañana “salen” los hombres, marraus, una estudiantina de original vestimenta (atorra): pantalones, camisa blanca, falda al cuello y otra en la cintura, funda de almohada con puntilla, vistoso pañuelo de colores en la cabeza, bigote y patillas. Un instrumento musical completa el atuendo. A la original imagen se suma el sonido de versos antiguos y nuevas melodías bajo la batuta de un entregado director, vestido de frac. Los primeros compases son bajo la casa de José Mari Eguileor, mundakes impulsor de la fiesta en una época difícil. El final del pasacalles es en el puerto, el espectáculo es único.
LAMIAK, MUJERES DE RIGUROSO NEGRO. Por la tarde, Mundaka es territorio femenino (18:00h), las lamiak ponen el contrapunto al blanco y recorren el pueblo en un pasacalles musical. Su vestimenta, una túnica negra, peluca de larga melena amarilla blanquecina, pañuelo colorido; y su maquillaje, la cara pintada de blanco, negro y rojo evocan los seres mitológicos que según la leyenda habitaban Lamiaran, un barrio situado entre Mundaka y Bermeo. Su pasacalles finaliza en la plaza, y entonces, atorrak y lamiak se entremezclan para celebrar juntos los Aratusteak, uno de los carnavales más singulares de Euskadi.
Mundaka siempre merece una visita
EN LA BOCANA DE LA RÍA DE MUNDAKA. La leyenda cuenta la llegada de barcos escoceses y vikingos. Su historia es la de un pueblo de pescadores y navegantes. Convertido en destino de surferos de todo el mundo, por su “ola de izquierdas” Mundaka es un pueblo con embrujo. Su vida late en torno a su pequeño puerto, al pie de la Atalaya, un lugar ideal para sentir la brisa del mar, admirar su espectacular paisaje y disfrutar del conjunto en una de sus terrazas. Todo está cerca, las callejuelas del casco antiguo y la ermita de Santa Catalina, otro de sus imponentes miradores sobre el mar, accesible en un paseo. Venir a Mundaka en transporte público es la mejor opción.
¡No te vas a poder resistir!
RECETA DE CARNAVAL. Las tostadas de crema son el postre típico de Bizkaia en estas fechas, y antiguamente los marraus escalaban hasta los balcones para robarlas de las cocinas de las casas. Una exquisitez que según la tradición se degusta desde el 2 de febrero, con la celebración de la fiesta de la “Candelaria”. Esta dulce delicia tiene su “miga” en la textura y el sabor exacto de la masa, el grosor idóneo y el rebozado fino. Leche, canela, cáscara de limón, azúcar, maicena, harina, huevos y aceite son los ingredientes para esta receta, en principio sencilla en cuanto a su elaboración pero que necesita su tiempo. Y como en todo, el saber hacer de cada mano, marca la diferencia.