Lo mejor del invierno en Urdaibai
EL ENCINAR, EL MAR ABIERTO, A LOS PIES, LA MARISMA
La ermita de San Pedro, del siglo XV, que corona la cima del monte Atxarre de Ibarrangelu, otea el horizonte, domina la marisma, la bocana de Urdaibai y el denso encinar cantábrico hasta la vecina cima de Ereñozar. Puedes llegar desde el pintoresco barrio de Akorda o desde Kanala (Sukarrieta). En el camino, te acompañan antiguas leyendas de akelarres y milagros religiosos.
EL CAMINO DE SANTIAGO EN URDAIBAI
El Camino del Norte, la ruta más antigua a Santiago, ha recuperado su protagonismo perdido. La ruta discurre, en Urdaibai, por sendas forestales de enorme interés ecológico, valioso patrimonio histórico y religioso, en municipios como Arratzu, Mendata, Gernika-Lumo, Ajangiz o Morga. Esta armónica comunión de espiritualidad, naturaleza y senderismo eleva el misticismo y “allana” el Camino. Una suerte de turismo cultural, accesible para todos los amantes del senderismo, aún sin tener Santiago como destino final.
URDAIBAI, BUCÓLICO, ÍNTIMO, RURAL
Ereño y Nabarniz se unen a través de una carreterita que recorre el bellísimo paisaje, casi virgen, de Gabika (Ereño) e Ikazurieta (Nabarniz), rincones anclados en el tiempo, con caseríos remozados y casitas de tipología tradicional transmiten arraigo cultural; ermitas, antaño fondo de romerías populares; y txokos donde germina la vida social local. Sumérgete en un revitalizante paseo invernal de naturaleza profunda, verde y vibrante. (12km ida y vuelta).
CARACOLES, PLATO DE INVIERNO
Este pequeño molusco protagoniza la mesa de Navidad de muchas familias. Recogerlo, cocinarlo y comerlo, forma parte de un ritual que perdura. Los expertos “caracoleros” dicen que no es lo mismo el caracol de invierno que el de verano. En época invernal su cáscara está más dura, su carne más rica, y además, es más fácil de limpiar por tener menos mucosidad. Un ingrediente fundamental es la salsa cocinada a base de pimiento choricero, que estará más sabrosa si dejamos reposar un día o incluso dos antes de consumirlos.
UN TESORO DE SAN ANDRÉS
La Iglesia de Ibarrangelu merece una parada tranquila, para descubrir su maravillosa bóveda interior, de madera policromada. Única y espectacular, deleita por su belleza y sorprende por los motivos de sus pinturas, que entremezclan escenas de la tradición medieval cristiana con un extraordinario repertorio de imágenes profanas. Refinado arte en madera, que crea a la vista la ilusión de ser piedra y la hace merecedora del apelativo “Capilla Sixtina del arte vasco”.
VÍVE PAISAJE AL ANDAR
Desde el barrio Renteria de Gernika-Lumo, ambos márgenes de la ría ofrecen, a ritmo de marea, paseos de verde y agua, a cobijo de los sonidos de la naturaleza de Urdaibai. Conocido como «corte de la ría» (4km), su atmósfera de armonía y soledad arbolada desemboca en un paisaje de quietud y biodiversidad. Adéntrate en él a través de la visita guiada «Eko-ruta en la marisma de Urdaibai», un recorrido sostenible, que une deporte y turismo cultural y natural en las cuatro estaciones.
ENERGÍA ARRANTZALE
Matxitxako, Gaztelugatxe, el puerto, su personalidad…Bermeo, por tradición, es una villa, que une su destino al mar. Disfruta su bullicioso puerto viejo, sus entrecruzadas callejuelas e intramuros la histórica Torre de Ercilla, declarada Monumento Nacional (1943), que alberga el Museo del Pescador, imprescindible para conocer la historia de superación de un pueblo valiente y emprendedor. Las duras condiciones de vida de los arrantzales o las artes de pesca utilizadas históricamente también para la caza de ballena te harán comprender mejor a su gente, acogedora y animada.